Cada persona adora a un dios. Hay quienes adoran objectos, otros adoran a un ser humano, unos adoran una imagen y algunos se adoran a sí mismo. Revelan su devoción a su dios de varias maneras. A medida que la gente adora a estos dioses, todavía queda un anhelo y llanto en sus corazones. Solo encuentran un alivio temporal para el clamor de sus almas, y tienen poco valor para enfrentar el mañana. Lamentablemente, nada cambia. Todo sigue igual que el pasado. El dios que sirven es incapaz de llenar el vacío en sus vidas.
¿A quién adoras? ¿Está vivo? ¿Dónde vive tu dios? ¿Qué ha hecho por ti hoy? ¿Hablaste con él hoy? ¿Respondió al llanto de tu corazón? ¿En qué crees?
Permíteme presentarte al único Dios verdadero. Él ha conquistado a Satanás, nuestro mayor enemigo. La Santa Biblia habla de este Dios quien creó a todo. Creó al hombre del polvo de la tierra. Lee Génesis, capítulos uno y dos.
Él es el Dios eterno. No tiene principio ni fin. Es el mismo ayer, hoy y para siempre. Es el creador, conservador y sustentador de todas las cosas. (Hechos 17:22–34)
Este gran Dios que mora en el cielo también está interesado en ti. Él te ve entre la muchedumbre. Te ama y se preocupa por ti. Quiere ser más que tu amigo. Ha enviado a su Hijo para que sea tu salvador. Quiere vivir contigo, y aun más que eso, quiere vivir dentro de ti. Él dice: “Permaneced en mí, y yo en vosotros” (Juan 15:4).
Si él no mora en tu corazón, ¿quién mora allí? Al mirar a nuestro alrededor, podemos ver que Satanás está gobernando y arruinando muchas vidas. Promueve todos estos males tal como la mentira, el robo, la lujuria, el engaño, el buscar la venganza y la autopromoción. Si Satanás te está controlando, ¿por qué no vienes a Dios? Él ha dado a su Hijo unigénito, Jesucristo, para morir por tus pecados y los pecados de todo el mundo. (Juan 3:16)
Te preguntas: “¿Cómo puede ser que uno tan grande y todopoderoso more en mi corazón?” (Isaías 57:15).
Si estás harto del pecado, ¿por qué no ores a Dios y te arrepientas? Por medio de fe en Dios y la sangre expiatoria de Cristo, tus pecados serán perdonados y recibirás una nueva naturaleza. Entonces cuando Satanás llega a tentarte, sentirás la presencia del Todopoderoso. Te dará dirección, y te enseñará en todas las cosas. (Juan 14:26)
En Juan 10:10, Jesús promete una vida abundante. Este don será tuyo siempre y cuando permanezcas fiel y obediente a él. “Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra” (Isaías 1:19). Ningún otro dios es tan grande. Si este mensaje te atrae la atención, puede que quiera leer el tratado: Tendrás que renacer.