¿Tienes sentimientos de soledad, o te sientes culpable y temeroso en el fondo de tu corazón?
¿Te preguntas por la razón de tu vida? Muchas personas están buscando la respuesta para estos sentimientos. Puede ser que encuentres diversiones u otras actividades que te quiten esos sentimientos por un poco de tiempo, pero después vuelven, quizás con más fuerza que antes.
En el principio la creación de Dios era perfecta. El hombre no tenía problemas hasta que el diablo le tentó a desobedecer a Dios. Cayó en el pecado y perdió la perfección. Desde entonces toda la humanidad ha sido pecaminosa.
¿Puedes tú entender esta caída? Cuando eras niño, Dios no tomaba en cuenta tus pecados. Él te perdonaba por causa de Jesús. Mientras madurabas, esta condición iba cambiando y comenzabas a sentirte culpable. ¿Qué cambió? Dios permitía que sintieras la culpa de tus pecados. La sangre de Cristo ya no cubría tus pecados. Dios decía: “Tú eres responsable por lo que haces”. Si no has aceptado a Jesús como tu Salvador, todavía llevas una carga de culpa.
¿Qué puedes hacer para librarte de estos sentimientos de culpa? No puedes pagar por tus pecados con obras buenas, por muchas que sean. Ante los ojos de Dios todavía eres pecador. Dios no puede tolerar el pecado. El pecado separa entre nosotros y Dios. Vea Isaías 59:2.
Este es el hermoso y simple plan de Dios para ayudarte. Jesús, el perfecto Hijo de Dios sin pecado, vino para traer este plan. Él tomó nuestros pecados y murió en la cruz, y así pagó el precio que se requería. Por medio de la muerte y resurrección de Jesús, podemos tener la salvación hoy día. Jesús nos invita llegar a Él con la carga de nuestros pecados.
Dios desea ayudarte. Te perdonará cuando admites que eres un pecador y clamas a Él que te ayude. Todo el esfuerzo tuyo y las intenciones buenas no te pueden limpiar del pecado. Hay una sola manera por lo cual tú puedes ser limpiado del pecado. Es por medio de aplicar la sangre de Cristo a tu corazón.
Cuando has sido limpiado por la sangre de Cristo, te darás cuenta que no podías cambiar tu vida por tu propio poder. Has de creer que Dios tiene la sabiduría y el poder para guardar tu vida. Si llegas a Dios con todo tu corazón, dejando tu pecado atrás y siguiéndole en obediencia, Él hará lo mejor para ti. Esto es la fe; encomendar tu vida completamente a Dios. Una vez que has dado todo a Dios, la paz que recibes en tu corazón te servirá como evidencia que Él te ha perdonado.
El perdón que recibes de Dios te hará LIBRE; libre con la dulce confianza que ya eres un hijo de Dios, hecho perfecto por la sangre de Cristo Jesús. Un propósito nuevo brotará y podrás vencer los sentimientos de culpa y vacío.
Mateo 11:28 Venid a mi
Mateo 6:25-31 Dios cuida por ti
Juan 3:16 Dios te ama
Juan 14:15 Obedezca a Dios