Futuro
48 HORAS EN EL INFIERNO
Por Juan N. Reynolds Uno de los casos más interesantes de resurrección que jamás ha llegado a mi conocimiento, era el caso de Jorge Lennox, un notorio ladrón de caballos en el condado de Jefferson. Estaba cumpliendo su segunda condena o sentencia. El condado de Sedgwick le había enviado a la cárcel por primera vez, por el mismo delito de robar bestias. Le damos al lector la historia así como la recibimos de Lennox. El Rico y Lázaro (Lucas 16:19-31) Lectura bíblica adicional: Apocalipsis 21:7-8, Apocalipsis 20:10, 12, 13, 2 Pedro 3:10-12
¿Qué de tu futuro? ¿Quién puede pensar en el futuro sin considerar si hay otra existencia después de esta vida? El hombre no puede evitar los pensamientos de su estado después de la muerte, pero tiende a ponerlos fuera de su mente. Se dedica a las cosas de esta vida, poniendo los pensamientos de la muerte, el cielo y el infierno en el futuro lejano (Mateo 24:48, Eclesiastés 11:8). Sin embargo, la realidad es que uno tiene que elegir. El no hacer nada resulta en perderse eternamente. Hay Solo dos destinos El cielo: hogar para todos los redimidos
El Señor vendrá como ladrón en la noche: inesperado (2 Pedro 3:10). ¿Y por qué creemos que será pronto? Mira a tú derredor. ¿Qué es lo que ves? SOMOS PECADORES TODOS Lo peor será que, por la rebelión, negligencia y amor a los placeres y pecado, perderemos la recompensa de salvación eterna. Ninguno tendrá la culpa sino nosotros mismos. Escogimos estar allí, siempre sabiendo que habríamos podido ser salvos, porque el amor de Dios hizo un camino para que pudiéramos escapar este destino. EL AMOR DE DIOS LA RESPONSABILIDAD DEL CRISTIANO ¡Cristo acerca! Sí pronto vendrá;
UN HOGAR PARA TI
En el principio, Dios creó el mundo. Creó el sol, la luna y las estrellas, los animales y las plantas. El día sexto hizo al hombre a su imagen y sopló en él aliento de vida. Un día, algo terrible sucedió. Adán y Eva pecaron cuando desobedecieron a Dios y comieron fruto del árbol prohibido. Ellos tuvieron miedo de Dios y se escondieron de él. Dios sabía dónde se escondían. Llegó y llamó a Adán. Dios le dijo que por su desobediencia tendrían que salir de su hogar en ese huerto hermoso. Él quiere que ores de corazón y digas: