Dios lo consuela con un sueño
Cuando Esaú supo que había perdido la bendición por el engañode su hermano, se enojó mucho y pensó: Mi padre morirá pronto, entonces yo mataré a Jacob.
Cuando Rebeca escuchó esto, le dijo a Jacob:
—Vete de aquí antes que sea demasiado tarde y huye de Esaú. Quizás, al no verte más, se tranquilice y olvide su enojo.
Por lo tanto, Jacob salió de su casa y se fue solo hacia una tierra lejana. Un día por la tarde, cuando ya se ponía el sol, se detuvo a pasar la noche. Puso unas piedras como almohada y se acostó a dormir. Esa noche él tuvo un sueño maravilloso. Vio una escalera que llegaba hasta el cielo. Había ángeles que subían y bajaban por ella. Dios estaba en lo alto de la escalera. El Señor le dijo a Jacob: “La tierra en la que estás será tuya y de tus hijos después de ti. Yo te protegeré y te traeré de regreso a esta tierra.”
Por la mañana, Jacob se despertó y dijo: “¡El Señor está aquí y yo no lo sabía! Yo pensé que estaba solo. Este lugar es la casa de Dios; es la puerta del cielo.” Jacob tomó la piedra que había usado como almohada y la levantó en forma de columna. Después, vertió aceite sobre ella como una ofrenda de acción de gracias a Dios.
Luego Jacob siguió su camino hasta llegar a un pozo que estaba cerca de la ciudad de Nacor. Mientras esperaba allí, se encontró con Raquel, una prima suya. Él estaba tan contento que hasta lloró.
Desde ese mismo momento, él amaba a Raquel, y anhelaba tenerla por esposa.
Génesis 27:30-46; 28; 29:1-14
Jacob tuvo un sueño maravilloso.
Padres:
“El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” (Salmo 34:7).
Niños:
1. ¿Por qué salió Jacob de su casa?
2. ¿Qué usó Jacob como almohada?
3. ¿Quiénes subían y bajaban por la escalera en su sueño?
4. ¿Quién estaba en lo alto de la escalera?