Una voz en el desierto
Aunque Moisés creció entre los egipcios y estudió su sabiduría, en su corazón él aún amaba a su propia gente. Los israelitas eran esclavos, pobres, y odiados. Aun así, servían a Dios, mientras los egipcios adoraban a ídolos y animales.
Moisés había sentido el llamado de Dios para ayudar a los israelitas y darles la libertad. Pero sus esfuerzos sólo provocaron la ira del rey de Egipto. Tuvo que huir a un país lejano donde trabajó como pastor de ovejas.
Un día Moisés vio algo muy extraño. Una zarza ardía en un monte. Ardía y ardía, pero no se quemaba.
Cuando Moisés se acercó, el Ángel del Señor le habló desde la zarza, diciendo:
—Moisés, no te acerques. Quítate el calzado de tus pies porque estás sobre tierra santa. Ven ahora —le dijo Dios enseguida—, y te enviaré a Faraón, y tú sacarás a mi pueblo de Egipto.
Moisés le preguntó:
—Y si la gente me pregunta: “¿Quién es ese Dios? ¿Cuál es su nombre?”, ¿qué diré?
Dios le respondió:
—Diles que YO SOY te ha enviado; el que siempre vive.
Pero Moisés quería ver una señal especial. Por eso Dios hizo dos milagros. Primero, él le dijo a Moisés que tirara su vara al suelo. Cuando Moisés lo hizo, la vara se convirtió en una serpiente. Luego, Dios hizo que la mano de Moisés se llenara de lepra. Entonces Dios convirtió la serpiente en una vara otra vez y sanó la mano de Moisés.
Pero Moisés todavía no quería ir, porque creía que él no podía hablar bien. Dios le respondió:
—¿No soy yo el Señor, que hizo la boca del hombre? Yo te enseñaré lo que hayas de hablar. —Pero Moisés titubió. Entonces Dios le dijo que enviaría a su hermano Aarón para que hablara por él. Al fin Moisés se rindió al llamado de Dios.
De camino se encontró con su hermano Aarón y juntos fueron a los ancianos de Israel y les dijeron todo lo que el Señor había hablado.
Éxodo 2:11-25; 3; 4
Dios habla a Moisés desde la zarza ardiendo.
Padres:
“Porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová” (Jeremías 1:7-8).
Niños:
1. ¿Cuál fue el mandamiento de Dios a Moisés cuando él se acercó a la zarza?
2. ¿Por qué quería Dios que Moisés regresara a Egipto?
3. ¿Cuál milagro hizo Dios con la vara de Moisés?