Libres al fin
Los israelitas vivían seguros bajo la protección de Dios, mientras que los egipcios sufrían graves daños por las plagas. Los egipcios ya habían llegado a temer al Dios de los israelitas y a su siervo Moisés.
Moisés le dijo al pueblo:
—Dios traerá una plaga más sobre los egipcios; entonces nos dejarán ir. Júntense todos según sus familias, y estén listos para salir de Egipto. A la medianoche, el ángel del Señor pasará por toda la tierra, y matará al hijo primogénito de cada casa. Pero las familias de ustedes estarán seguras si hacen exactamente lo que yo les digo.
A cada familia se le mandó que matara un cordero. Después tuvieron que tomar la sangre del cordero y ponerla sobre el dintel y los dos postes de la puerta. Nadie debía salir aquella noche, porque era la pascua del Señor.
Esa noche un gran grito subió de toda la tierra de Egipto. En cada casa, el hijo mayor había muerto. Faraón, el rey de Egipto, vio a su propio hijo muerto, y supo que era por la mano de Dios. Todos los egipcios se llenaron de terror al ver en sus casas a sus hijos muertos.
El rey hizo llamar a Moisés y a Aarón y les dijo:
—Salgan de en medio de nosotros. Llévense todo lo que tienen y no dejen nada. Y oren a su Dios para que tenga misericordia de nosotros.
Fue así como temprano por la mañana, después de vivir más de 400 años en Egipto, los israelitas partieron.
El Señor Dios iba delante del gran grupo de gente. Durante el día, tenía la forma de una gran columna de nube frente a ellos, y durante la noche se convertía en una columna de fuego. Servía de guía durante el día y les alumbraba durante la noche.
Éxodo 11; 12; 13:17-22
La sangre del cordero protege de la muerte a los que obedecen.
Padres:
“Nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7).
Niños:
1. ¿Qué fue lo que pusieron los israelitas sobre el dintel y los postes de las puertas?
2. ¿Por qué hicieron eso?
3. ¿Quién iba a pasar por las casas a la medianoche?