La encrucijada
En esta vida hay dos caminos y dos destinos. Te toca elegir por cual camino andarás.
En tu niñez caminas en un camino de inocencia por un tiempo y luego llegas a una encrucijada. El camino de la infancia e inocencia termina, y te encuentras con dos caminos distintos. Cuando llegas a esta encrucijada, tienes que tomar una decisión. ¿Cuál camino vas a escoger? Esta decisión es muy importante. Es la decisión más importante en la vida, porque un camino conduce al cielo y el otro al infierno. “Escogeos hoy a quién sirváis” (Josué 24:15).
¿Cómo sabrás que has llegado a esta encrucijada? No hay regla ni edad fija. Algunos llegan a la encrucijada más temprano en la vida que otros. Otros no llegan a la encrucijada hasta que oigan el evangelio o sean conscientes de un camino mejor. Puede ser un nuevo entendimiento del bien y del mal o un toque suave del Señor. Estas son indicaciones que uno ha llegado a la encrucijada. Dios es un Dios amoroso, y él da a conocer los dos caminos a cada persona en cada país y cultura.
¿Qué vas a ver cuando llegas a la encrucijada? Si examinas ambos caminos, verás que un camino es ancho y parece parejo y fácil de viajar. El otro camino es estrecho y requiere que digas no al pecado. Muchos caminan en el camino ancho. Hay pocos en el camino estrecho. Jesús dijo: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13-14).
El camino ancho
¿Estás confundido en cuanto a cuál camino debes escoger? Si te acercas al camino ancho y bien transitado, escucharás a Satanás, el patrocinador de ese camino, pidiéndote que camines con él. La invitación de Satanás suena muy tentadora. Ofrece muchos amigos y todos parecen estar muy felices. Ofrece mucho entretenimiento. Hay bebida, baile, fiestas y mucha diversión.
Muchos que comienzan a caminar por este camino tienen buenas intenciones. Por un tiempo evitan las trampas. Sin embargo, sus buenos morales y valores son afectados. Pronto empiezan a mentir, robar y engañar. Parece que puedes elegir tu propio estilo de vida en este camino y pensar que eres libre. Da la impresión que puedes escoger hasta qué punto vas a meterte en el pecado. Este camino te lleva tan rápido que apenas estás consciente de que el tiempo se te está acabando. Algunas personas en este camino están abrumadas por muchos problemas, y no ven ninguna salida. Con demasiada frecuencia, lleva a la desesperación, las drogas, el asesinato o el suicidio. La Biblia dice que “el camino de los transgresores es duro” (Proverbios 13:15).
¿Es esto lo que quieres de la vida? ¿Es el camino en que quieres caminar? ¿Te diste cuenta de que Satanás nunca mencionó el resultado de recorrer su camino? Él no se atreve; sería traicionarse. Es un lobo disfrazado de oveja. “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir” (Juan 10:10). El fin de recorrer el camino ancho es el infierno; el lago de fuego que nunca se apaga. Allá habrá llanto y crujir de dientes para siempre. Este lugar fue hecho para el diablo y sus ángeles. ¿Vas a caminar con él y compartir su destino? Si ahora caminas por el camino ancho, hoy es el día para escoger el camino angosto.
El camino angosto
Examina el camino angosto. Este camino es para todos los que lo busquen con sinceridad. Nadie es rechazado. Jesús quiere ser tu salvador y tu guía personal. Él te pide que te arrepientas de tus pecados, rindas tu voluntad y confíes en él. Él dice: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:29-30).
Jesús es un pastor amable (Salmo 23). Él te ama tanto que caminará a tu lado en el camino angosto. Te enseñará de sus caminos y encontrarás gozo siguiéndole. Cuando el camino parezca oscuro y difícil, él te tomará de la mano y te guiará hasta que puedes ver mejor. A veces, cuando te cansas o el camino es peligroso, el Pastor te tomará en sus brazos y te cargará. Pronto tendrás fuerzas para volver a caminar. “Apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas” (Isaías 40:11). Con otros cristianos encontrarás amor, cuidado y apoyo mientras caminas por el camino angosto.
El resultado de tu elección
Estos dos caminos, el ancho y el angosto, se terminan al fin de la vida. Luego viene el juicio. Dios juzgará la vida de cada uno por el camino que ha recorrido. “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27).
En ese último día, los que viajan por el camino ancho con Satanás enfrentarán a Dios en el juicio. “Y fueron juzgados cada uno según sus obras” (Apocalipsis 20:13). “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41).
Los que viajan en el camino angosto también enfrentarán a Dios en el juicio. “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mateo 25:34). No hay palabras para describir cómo será morar con Jesús en ese hermoso lugar. “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:2).
¿Cuál camino vas a escoger? Significa o el cielo o el infierno para ti por toda la eternidad. Elige el camino angosto y pídale a Jesús que te ayude. “Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” (Deuteronomio 30:19).