Salvación
La intención de las Sagradas Escrituras no es centrarse en Satanás ni en su obra. Sin embargo, se encuentra mucho en la Biblia que revela su carácter y obras. En el principio Satanás era un ángel de luz, pero se rebeló contra Dios, su creador, queriendo ser como él. Los movimientos del reino de oscuridad no son nuevos. Sus esfuerzos a través de las edades siempre han sido rivalizar con el reino de Dios. Él ofrece una alternativa a lo que Dios, por medio del poder de su Espíritu Santo, está logrando.
Jesús dice que las puertas de la gloria no estarán abiertas para nosotros si no nacemos de nuevo. Por esto preguntamos: Amigo, ¿has nacido de nuevo? Miembro de la iglesia, ¿has nacido de nuevo? Si no, entonces estás perdido porque Jesús dice: “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3).
La Biblia nos dice que Dios sabe todo y que está haciendo un registro de nuestras vidas. En el día del juicio tendremos que dar cuentas por lo que él ha registrado (Romanos 14:11–12). “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras” (Apocalipsis 20:12). Cuando nos paramos delante de Dios en el juicio, será demasiado tarde para cambiar nuestro destino eterno.