Salvación
Hay muchas personas en el mundo hoy en día con corazones atribulados. Hay muchas razones por estar atribulados. Podemos estar seguros que Dios sabe la razón y está esperando darle paz al corazón atribulado que venga a Él con fe. Dios te ama y desea morar en tu corazón. El corazón del hombre, tal como se usa en esta ilustración, es la posición en que el hombre basa sus afecciones, o el ‘verdadero tu’. Las cosas que tú haces nacen de tu corazón. El Corazón del Pecador El Corazón Convencido y Arrepintiéndose Un Corazón Nuevo
La luz del mundo La hermosa creación de Dios Dios vio que Adán necesitaba ayuda, e hizo caer sobre él un sueño profundo. Entonces tomó de Adán una costilla y de ella formó una mujer. Adán le amó a Eva y ella también le amó a él. Ellos gozaban de una dulce comunión. Esto era el plan de Dios para la unidad familiar. El trágico principio del pecado El triste resultado del pecado Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo Jesús ofrece vida eterna Jesús murió por nuestros pecados
¿Da respuesta la Biblia a la pregunta hecha muchas veces, que si puede uno tener evidencia de salvación? ¿Puede el hombre saber si son perdonados sus pecados o no, o tiene uno que esperar hasta el día del juicio para saber? Sería un peligro muy grande y desafortunado dejar esa pregunta tan importante pendiente hasta entonces.
¿Qué debo hacer para ser salvo? ¿Cómo puedo lograr la paz hoy y alcanzar una morada celestial en el futuro? Tenemos que ir a Dios para la respuesta. He aquí lo que dice la Biblia en cuanto a Dios y cómo encontrar la salvación. Dios es el supremo Creador del universo. Él es un Padre amoroso que ama a sus hijos y requiere la obediencia y devoción de ellos. Los corrige cuando yerran del camino, pero los perdona cuando se arrepienten. Dios es: El Creador “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Amoroso Santo Justo
Hace muchos años, los hijos de Israel viajaban de Egipto a Canaán. Eran una nación de alrededor de un millón de personas. Dios les sacó de Egipto de una manera milagrosa y Moisés era su líder. De noche les iluminaba con una columna de fuego, y de día los protegía del calor con una nube. En su viaje se encontraron con otras pruebas y tentaciones, como la falta de agua y comida. El Señor escuchó sus clamores y les dio agua de una roca, comida (maná) del cielo y carne de codorniz. ¿Vas a mirar?
La salvación del alma es el asunto más importante que jamás se va a enfrentar. Es la cuestión de dónde una persona pasará la eternidad. Jesús claramente dijo: “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36). Que esto nos impulse a abordar la situación con urgencia. “ESTÁ ESTABLECIDO PARA LOS HOMBRES QUE MUERAN UNA SOLA VEZ, Y DESPUÉS DE ESTO EL JUICIO” (Hebreos 9:27). Hay salvación en Jesucristo El apóstol Pedro predicó: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados” (Hechos 3:19). Una advertencia de la escritura
Desde que Adán y Eva desobedecieron a Dios, hay una semilla de pecado en cada uno. La tengo yo, la tienes tú, la tenemos todos. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Cuando era niño, la sangre de Jesús cubría mis pecados y sentía libre y feliz. Con el paso de los años, ya no me sentí tan libre. Esta semilla producía pensamientos pecaminosos y yo hacía cosas indebidas. Empecé a sentirme incómodo. A veces me sentía confundido o asustado. ¿Qué debo hacer ahora? Estoy desesperado Otra caída en pecado —¡Ven a mí!
UN MUNDO INQUIETO Este mundo es un lugar inquieto. Vemos a la gente apresurada con mucha actividad, tratando de encontrar satisfacción en su vida. Muchos se dedican a buscar las riquezas. Otros quieren todos los placeres de la vida sensual. Hay otros que quieren una vida de ocio, y arreglan su vida para trabajar menos y jugar más. Sin embargo, sus espíritus se quedan intranquilos. Con el tiempo los aparatos, los placeres y las posesiones pierden su atracción. Cada nueva diversión capta la atención por un rato, pero pronto se pierde el interés en ella. Algo hace falta.
Jesús dice que las puertas de la gloria no estarán abiertas para nosotros si no nacemos de nuevo. Por esto preguntamos: Amigo, ¿has nacido de nuevo? Miembro de la iglesia, ¿has nacido de nuevo? Si no, entonces estás perdido porque Jesús dice: “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). Si tú no gozas de esta experiencia de gozo y paz en tu alma, no demores. Estás arriesgando tu alma y burlándote de Dios. Tendrás que renacer.