Salvación
San Juan 10:1-18 ¿Has oído alguna vez a alguien llamando tu nombre y no sabías de donde venía esa voz? O posiblemente casi no podías oír la voz, porque había mucho ruido alrededor de ti. Escucha, alguna voz te está llamando. ¡Sí, a ti! ¿Quién eres tú? ¿Cómo te llamas? ¿De dónde viniste? ¿Dónde vives? Y, ¿a dónde vas? Sabes cuál es el nombre de tu pueblo. Quizá no has viajado a otros lugares. Pero sabes que tu pueblo es parte de un país grande, y todos los países son parte de este mundo inmenso.
En esta vida hay dos caminos y dos destinos. Te toca elegir por cual camino andarás. En tu niñez caminas en un camino de inocencia por un tiempo y luego llegas a una encrucijada. El camino de la infancia e inocencia termina, y te encuentras con dos caminos distintos. Cuando llegas a esta encrucijada, tienes que tomar una decisión. ¿Cuál camino vas a escoger? Esta decisión es muy importante. Es la decisión más importante en la vida, porque un camino conduce al cielo y el otro al infierno. “Escogeos hoy a quién sirváis” (Josué 24:15).
¿Sabes que la Biblia enseña que todos nacen en pecado y están inclinados naturalmente a hacer el mal? Así, todos están perdidos. “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6). “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez” (Marcos 7:21-22). Salmo 51:5.
Muchas personas hoy en día son semejantes al hombre que dijo: “No soy suficientemente bueno para ir al cielo, ni tan malo para ir al infierno.” Se creen más o menos buenos y que de alguna manera Dios les dará un hogar en el cielo.
Esta es una pregunta muy importante, que todos debemos examinar. El ser salvo se relaciona al destino eterno del alma-la vida eterna. Para obtener esta salvación es necesario nacer de nuevo. Si usted no es cristiano, si no ha nacido de nuevo, Jesús hoy le dice: “Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7). Significa renacer-tener un nuevo nacimiento espiritual-ser hecho nuevo “para que sean borrados vuestros pecados” (Hechos 3:19). Para entenderlo más fácil se puede decir que significa ser convertido a una vida nueva y a un carácter cambiado.
Muchas veces la vida lleva el hombre al punto de decisión. De hecho, se toman decisiones cada día. A veces se hacen casi sin pensar. Otras veces la decisión requiere mucho pensar y considerar. Las decisiones que se consideran más importantes se hacen con más cuidado. Quizá la pregunta sería, ¿qué consideras importante? Dios, cuando creó al hombre, le dio el privilegio de elegir. No podemos evitar esta responsabilidad ni los resultados de nuestras decisiones, porque muchas tendrán consecuencias eternas.
“Dios, ¿dónde estás?” “Te necesito”. “Te anhelo”. “¿Cómo te puedo encontrar?” ¿Es este el gemido sincero de tu corazón? ¿Estás palpando, buscando, anhelando a Dios con todo tu ser? Por alguna razón siempre parece estar más allá de tu alcance.
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36). Todo el mundo quiere ser libre. La libertad de expresión, de pensamiento, de religión y de la prensa es básica en muchas sociedades hoy día. La sociedad encuentra que es necesario limitar la libertad de los infractores de la ley para que la humanidad pueda gozarse de la libertad debida. Por eso existen las cárceles. Los infractores de la ley fácilmente pueden encontrarse en una cárcel literal.
El amor … una palabra bonita en cualquier idioma. ¿En qué te hace pensar—la afición, el cuidado, el cariño, la bondad, la comprensión, la seguridad, una madre? Pero, ¿qué piensas? ¿Qué es el verdadero significado de esta palabra bonita? ¿Deseas ser amado? ¿Amas tú?
¿Qué significa este pulso en mi pecho? ¿Esta búsqueda constante para la paz y el descanso? ¿Esta soledad que siento? Aun cuando entre la multitud me pierdo, Profundo, fuerte y dolorido está este vacío; ¡Es real! ¡Tan real su llanto! ¿Qué significa este pulso en mi pecho? ¿Esta búsqueda constante para la paz y el descanso? ¿Esta soledad que siento? Aun cuando entre la multitud me pierdo, Profundo, fuerte y dolorido está este vacío; ¡Es real! ¡Tan real su llanto! Vano mundo, ¿puedes tú saciar esta búsqueda? Tus vastos almacenes, ¿pueden suplir este descanso? ¡Qué mitigues este llanto anhelante!