¿Qué se incluye en el costo del alcohol? ¿Solo lo que hayas gastado de tu dinero? ¿Qué de los efectos a largo plazo? El costo incluye mucha tristeza, contienda y pérdida de familia y propiedad. ¿Te importa esto? ¿Estás dispuesto a pagar el costo completo?
En la Palabra de Dios leemos advertencias, consecuencias y un remedio para el costo del alcohol. “El vino produce burlones; la bebida alcohólica lleva a la pelea. Los que se dejan llevar por la bebida no pueden ser sabios” (Proverbios 20:1). Jesús dice: “Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso” (Mateo 11:28).
Muchas personas respetables han arruinado sus vidas a través del alcoholismo. Ha provocado abusos, robos, asesinatos e infidelidades matrimoniales.
Muchos esposos y esposas jóvenes esperan una vida de compañerismo y confianza, solo para que el alcohol destruya las posibilidades de una vida feliz.
Por desgracia, aquel primer trago fue tomado descuidada y casualmente. Pensaban muy poco en el futuro. A medida que pasaba el tiempo, se necesitaba más y más alcohol para aliviar las interminables tensiones y presiones de la vida. Los malentendidos, discusiones y sentimientos de no ser apreciado se hicieron más frecuentes hasta que desapareció la esperanza de lograr algo mejor. El alcohol se convirtió en un soporte para superar estos problemas. El dinero que la familia necesitaba en la casa fue gastado en bebida y desapareció. Finalmente, parecía que el alcohol se convirtió en la única respuesta a los muchos problemas. Diluyó o bloqueó temporalmente las preocupaciones y frustraciones de la vida. Pero con el regreso de la sobriedad, los problemas se multiplicaron junto con el deseo de otro trago.
Así los consumidores de alcohol se capturan por ella y se convierten en sus sirvientes, hiriéndose a sí mismos y a los demás. Parecen estar en un camino sin fin, sin ninguna esperanza. ¡Pero espera! Hay esperanza y una respuesta para esta sed terrible.
JESÚS ES LA RESPUESTA
Jesús ofrece agua que apaga la sed del hombre. Mientras Jesús estaba en la tierra, conoció a una mujer que había ido a un pozo en busca de agua. Él le dijo que podía darle agua que la satisfaría, y que nunca volvería a tener sed. Cada persona tiene sed de esta agua satisfactoria, porque sana el alma. (Juan 4:5-26.)
Dios tiene un camino hermoso. Él dice: “A todo el que tenga sed, yo le daré a beber gratuitamente de los manantiales del agua de la vida” (Apocalipsis 21:6). Jesús es esa fuente viva. Acércate a él tal como eres. Dile que eres incapaz de ayudarte a ti mismo. Dile que ahora te das cuenta de que será necesario que él te libere de las garras devastadoras del alcohol. Sabes por experiencia que por su propia fuerza no puedes vencer esta intensa tentación.
Acércate a Dios como un pecador y arrepiéntete de tu vida egoísta y pecaminosa. Cree que Dios tendrá un camino para ti. Encontrarás la gracia de rendirte a él por completo. La sangre de Jesucristo lavará tus pecados, y puedes recibir la promesa que se encuentra en Isaías 1:18: “Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el Señor—. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana”.
Cuando Dios perdona, no nos deja vacíos, sino que llena nuestros corazones de amor y gracia. Cuando el amor de Dios haya llenado tu corazón, una profunda satisfacción y contentamiento vendrán sobre ti. Tú serás su hijo. Tu corazón será libre y contento, y tendrás la seguridad de la salvación. Conocerás a alguien a quien puedes acudir con confianza cuando lleguen las pruebas y las dificultades. A medida que tu sed espiritual esté satisfecha, habrá fuerza para lidiar con el deseo para el alcohol. Las heridas se pueden curar, y las cicatrices que quedan servirán para recordarte la maravillosa gracia de Dios. ¿No quisieras beber de esa agua viva? “Al que a mí viene, no le echaré fuera” (Juan 6:37).
Es muy importante seguir buscando la voluntad de Dios en todas las áreas de tu vida. La confraternidad en la iglesia puede ser un refugio donde puedes encontrar apoyo en los tiempos difíciles que seguramente vendrán. A Dios le gustaría reemplazar la camaradería malsana de la vida pasada con un nuevo compañerismo con personas cristianas. Esto te ayudará a encontrar orientación para el futuro y te apoyará cuando las tentaciones te asalten.
Jesús tiene una solución para ti. La decisión es tuya; ¿dejarás que el alcohol siga causando mucho dolor en tu vida? o ¿permitirás que Jesús te ayude?