Tratados
El Alcoholismo, Las Drogas, La Miseria, La Concupiscencia, La Prisión, La Ruina, La Muerte Vamos a considerar los hechos. Los monstruos atroces del alcohol, drogas e inmoralidad están amenazando y destruyendo lo que Dios ha hecho noble y bueno. Como los tentáculos del pulpo grande, agarran y atraen ambos jóvenes y ancianos en su abrazo mortal.
Esta es una pregunta muy importante, que todos debemos examinar. El ser salvo se relaciona al destino eterno del alma-la vida eterna. Para obtener esta salvación es necesario nacer de nuevo. Si usted no es cristiano, si no ha nacido de nuevo, Jesús hoy le dice: “Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7). Significa renacer-tener un nuevo nacimiento espiritual-ser hecho nuevo “para que sean borrados vuestros pecados” (Hechos 3:19). Para entenderlo más fácil se puede decir que significa ser convertido a una vida nueva y a un carácter cambiado.
Por Juan N. Reynolds Uno de los casos más interesantes de resurrección que jamás ha llegado a mi conocimiento, era el caso de Jorge Lennox, un notorio ladrón de caballos en el condado de Jefferson. Estaba cumpliendo su segunda condena o sentencia. El condado de Sedgwick le había enviado a la cárcel por primera vez, por el mismo delito de robar bestias.
¿Qué se incluye en el costo del alcohol? ¿Solo lo que hayas gastado de tu dinero? ¿Qué de los efectos a largo plazo? El costo incluye mucha tristeza, contienda y pérdida de familia y propiedad. ¿Te importa esto? ¿Estás dispuesto a pagar el costo completo?
Muchas veces la vida lleva el hombre al punto de decisión. De hecho, se toman decisiones cada día. A veces se hacen casi sin pensar. Otras veces la decisión requiere mucho pensar y considerar. Las decisiones que se consideran más importantes se hacen con más cuidado. Quizá la pregunta sería, ¿qué consideras importante? Dios, cuando creó al hombre, le dio el privilegio de elegir. No podemos evitar esta responsabilidad ni los resultados de nuestras decisiones, porque muchas tendrán consecuencias eternas.
La Biblia es un libro precioso que satisface la necesidad de cada alma. Sus mensajes son una fuente de alimentación espiritual. Hay capítulos que son exactamente apropiados para cualquier necesidad o pregunta personal.
“Dios, ¿dónde estás?” “Te necesito”. “Te anhelo”. “¿Cómo te puedo encontrar?” ¿Es este el gemido sincero de tu corazón? ¿Estás palpando, buscando, anhelando a Dios con todo tu ser? Por alguna razón siempre parece estar más allá de tu alcance.
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36). Todo el mundo quiere ser libre. La libertad de expresión, de pensamiento, de religión y de la prensa es básica en muchas sociedades hoy día. La sociedad encuentra que es necesario limitar la libertad de los infractores de la ley para que la humanidad pueda gozarse de la libertad debida. Por eso existen las cárceles. Los infractores de la ley fácilmente pueden encontrarse en una cárcel literal.
DESPUÉS DE LA MUERTE
En este momento estás vivo, respiras, te mueves o trabajas. Puede ser que vives cómodamente o que existes en miseria. El sol sale y se pone. En algún lugar nace un bebé, y a la vez, siempre hay alguien que está muriendo. TODA LA VIDA ES SOLO UN ARREGLO TEMPORAL. PERO . . . ¿A DÓNDE IRÁS DESPUÉS DE LA MUERTE? No importa si eres religioso o si no crees en ninguna religión, aún necesitas resolver esta pregunta de mayor importancia, porque después de una breve vida terrenal, el hombre va a su destino eterno (Eclesiastés 12:5). PERO, ¿A DÓNDE?
“Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía” (Marcos 10:13-16).